Para esta pareja, una boda original debía estar llena de detalles sencillos pero hechos con cariño, así fue como cuidaron cada uno de ellos.
A Albert y Miquel les encanta la música, por este motivo esta fue protagonista durante toda la boda.
Querían que su boda tuviera ese estilo mallorquín y de campo que tanto les caracteriza.
Eligieron una finca típica mallorquina, diseñaron ellos mismos las invitaciones, también las cestas de los anillos fueron realizadas en Mallorca,
confeccionadas por el hermano de Miquel y, además ofrecieron mermelada casera con los frutos autóctonos de la isla.
Como todo era blanco quisieron dar importancia con las flores, que llenasen de color y vida el banquete en tonos morados, verdes, naranjas y amarillos de los centros de las mesas; fue un montaje único, ya que colgaban de las lámparas que diseñó el padre de Albert.
Sin duda, una boda llena de detalles mágicos que todos los invitados pudieron apreciar y, guardar este día como un recuerdo muy especial.